[Reseña] Orgullo y prejuicio, de Jane Austen

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Jane Austen (1775-1817) fue una escritora británica que nunca llegó a contraer matrimonio. Y esto causa extrañeza pues sus obras destilan un romanticismo matizado y están hechas con un oficio tal que pareciera que sí habría conocido el amor en algún momento de su vida. Lo cierto es que quien se aventure a transitar por los meandros de la novela romántica, va a encontrar en Orgullo y Prejuicio (Pride and Prejudice), publicada en 1813, no un género agotado y manido sino una novela fresca, con una buena dosis de ironía y sátira, estilo muy marcado en la autora.

La historia comienza cuando llega un desconocido al vecindario de la familia Bennet. Se dice que el nuevo inquilino de Netherfield es un hombre rico y que percibe una remuneración altísima que media entre cuatro y cinco mil libras anuales. La señora Bennet, quien tiene como máxima realización en su vida la de ver a sus hijas casadas, se encuentra desesperada por dar la bienvenida al Sr. Charles Bingley e invitarlo a su casa para que pueda conocerlas: Jane la mayor de todas, la protagonista Elizabeth, la lectora Mary, la inquieta Catherine y la indiscreta Lidia. Es el padre quien –después de la insistencia agobiante de su esposa– visita al recién llegado pero no se llega a concretar una reunión con toda la familia. Tiempo después se lleva a cabo una fiesta donde acuden las señoritas Bennet, el Sr. Bingley y su mejor amigo, Fitzwilliam Darcy, de quien se rumorea percibe una renta anual de diez mil libras. Sin embargo, tiene un gran defecto: es el orgullo personificado, además de distante y engreído. Lo mismo no se puede decir de Bingley, quien es caballeroso, sencillo y muy atento con las personas que lo rodean.

Pronto Bingley quedará prendido de Jane, la Bennet más dulce, de buenos sentimientos y hermosa; y entre la inteligentísima Elizabeth y el despierto y orgulloso Darcy se desarrollará una relación distante que poco a poco irá transformándose en amor luego que este último se humille al expresarle sus sentimientos y sea rechazado por Elizabeth, quien daba por descontado que la aceptaría.

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Retrato de Jane Austen (en acuarela), elaborado por su hermana Cassandra. Fuente: eluniversal.com.mx

La novela aborda aspectos históricos propios de su época y muy peculiares: (i) El desprecio por el comercio: Cuando menciona “A las damas de Netherfield se le hubiera hecho difícil creer que aquel hombre que vivía del comercio y se hallaba siempre metido en su almacén pudiera estar tan bien educado y resultar tan agradable” (p. 190). Simplemente, dicha actividad se consideraba impropias de personas refinadas. (ii) La felicidad en el matrimonio era una cuestión de puro azar: pues no existen los noviazgos largos. Después del matrimonio, cualquier diferencia entre los esposos tendrá que ser sobrellevada hasta la muerte. (iii) La existencia de bibliotecas circulantes: dado que a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX el costo de los libros seguía siendo patrimonio de familias adineradas, la única forma de acceder a libros nuevos era a través de esta modalidad, cuando llegaban a los pueblos. (iv) La “chaperona” debe estar debidamente casada: Para que las jóvenes pudieran salir a las fiestas era necesaria la compañía de una mujer casada (que podía ser la madre, una hermana casada o una amiga), quien vigilará que la joven no cometa alguna actitud reprochable. (v) La sobremesa es de los varones: Era una costumbre social que las mujeres abandonaran primero el comedor antes que los varones, quienes aprovechaban las sobremesa para conversar. (vi) Bañarse en el mar era la moda del momento: En esos tiempos los lugares costeños eran visitados para disfrutar del mar. El príncipe de aquel entonces (antes que sea Jorge IV) mandó a construir “The Royal Pavilion”, construcción con cúpulas en forma de gota, típico rasgo de arquitectura oriental. (vii) La caza era el deporte más importante de la época.

La novela fue recibida por la crítica pero también tuvo detractores de la talla de Charlotte Brontë, Carlyle, Emerson y Mark Twain (Camarés, 2015: 39). Austen se caracteriza por privilegiar la psicología de sus personajes en desmedro de aspectos físicos de los mismos o de las locaciones donde se desarrollan los hechos; también ironiza y critica la idea del matrimonio equiparado muchas veces a un negocio frívolo donde la mujer puede asegurar su futuro casándose con un buen partido, muchas veces sin quererlo realmente. Una gran novela con mucha crítica respecto a los valores de su tiempo. Imprescindible leerla.

Bibliografía:

Austen, Jane, 2015: Orgullo y prejuicio. 17ª ed. Madrid: Cátedra.

Camarés, José L., 2015: Introducción. En: Orgullo y prejuicio. 17ª ed. Madrid: Cátedra.

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