
En esta entrega la preocupación de Roberto Gargarella es la conexión entre el Derecho Penal y la democracia deliberativa y republicanismo político. A raíz de esta conexión, busca que repensemos muchos temas que se consideran asentados. Entre sus propuestas está que el Derecho Penal sea creado, interpretado y aplicado no desde una élite (que casi siempre se beneficia con estas medidas), sino a partir de una mayor participación ciudadana (para ello es vital la inclusión ciudadana y discusión o deliberación) con el fin de obtener resultados más legítimos; propone el castigo como medida de última ratio y optar por otras soluciones menos gravosas y más consensuadas, apelando a la diversidad del reproche estatal (Gargarella dirá que las prácticas del sistema penitenciario colindan con la tortura); plantea la no criminalización de la legítima protesta ciudadana; etc.
Al margen de que en lo personal no comulgue con todas sus ideas (como por ejemplo, la instauración del jurado por razones si bien no relacionadas a la democracia deliberativa, sino con el derecho probatorio), la preocupación de Gargarella es más que interesante y merece ser discutida a profundidad en la academia.
